NUESTRO CUMPLEAÑOS
Un añito más de vida
parece que no atormenta,
pero ya estoy convencida
que hace mella a la osamenta.
Cuando teníamos “veinte”
todo era color de rosa.
Tú a todas tirabas lente
y yo... ¡no digo qué cosa!
Luego llegaron los “treinta”
te sentiste un señorón.
Yo empecé a bajar la cuenta
por seguir la tradición.
Mas, el tiempo y sus causales
nos ha puesto en cuarentena.
Ya ni miras a las “tales”
porque prefieres la cena.
Y al pasar de los cincuenta
caminas medio “saltón”.
Aunque sí, a final de cuenta
se reduce... el corazón.
Pero que esto no te aflija
que yo sí “manyé la vejez”.
Me pides, no más, “la lija”
y ¡zas! te rebanas diez.
Venga compadre esa mano
para sellar nuestro pacto.
Y aquí mi consejo sano:
“Usar con el gusto... el tacto”.
Al Dr. Roque Pacheco R.
Un añito más de vida
parece que no atormenta,
pero ya estoy convencida
que hace mella a la osamenta.
Cuando teníamos “veinte”
todo era color de rosa.
Tú a todas tirabas lente
y yo... ¡no digo qué cosa!
Luego llegaron los “treinta”
te sentiste un señorón.
Yo empecé a bajar la cuenta
por seguir la tradición.
Mas, el tiempo y sus causales
nos ha puesto en cuarentena.
Ya ni miras a las “tales”
porque prefieres la cena.
Y al pasar de los cincuenta
caminas medio “saltón”.
Aunque sí, a final de cuenta
se reduce... el corazón.
Pero que esto no te aflija
que yo sí “manyé la vejez”.
Me pides, no más, “la lija”
y ¡zas! te rebanas diez.
Venga compadre esa mano
para sellar nuestro pacto.
Y aquí mi consejo sano:
“Usar con el gusto... el tacto”.
Al Dr. Roque Pacheco R.
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